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Luces misteriosas sobre Famara: la noche imaginó tragedias y el amanecer trajo a dos parapentistas

Fotos sacadas de un video desde la graciosa donde se veían luces en el risco anoche. ElPejeverde.com

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Primero fueron las luces. En las pantallas del móvil empezó a saltar el mismo mensaje, acompañado de fotos tomadas a toda prisa: “Algo está pasando en el risco de Famara, hay una luz como de coche arriba y bajando gente con linternas para abajo”. Desde la costa de La Graciosa solo se veía un punto fijo en la parte alta, otro que se movía nervioso hacia la pared y varias chispas blancas descendiendo por la ladera negra. De noche, el Risco exagera los miedos: cualquiera puede imaginar un coche al borde del vacío, un senderista caído o una escena peor. Anoche, el paisaje era el de un acantilado en silencio y unas luces diminutas en mitad de la nada, como si alguien estuviera buscando algo o a alguien en una pared demasiado inclinada.

La explicación llegó con la luz del día, y no tenía nada de paranormal. A eso de las siete de la mañana, el Consorcio de Seguridad y Emergencias resumía en un parte lo que había pasado: dos parapentistas habían tomado tierra cerca de la playa del Risco, pero al intentar regresar por sus medios se quedaron sin un camino de vuelta seguro y se les hizo de noche. Avisaron al centro de coordinación y se activó un dispositivo conjunto con la Policía Local de Haría. Los equipos subieron por la zona de la LZ-202, en el entorno del Mirador del Río, y comenzaron la búsqueda por la ladera. Esa “luz de coche” que veían desde abajo eran los vehículos y focos de los servicios de emergencia; las linternas que bajaban eran los bomberos peinando veredas y cortados para localizar a los dos deportistas.

El operativo se complicó lo justo que suele complicarse una búsqueda nocturna en el Risco: terreno vertical, piedra suelta, cortados y la sensación permanente de que un mal paso tiene premio. Con apoyo de un dron se consiguió localizar a los parapentistas en una zona de difícil acceso, a medio camino entre la parte alta y la línea de costa. Desde tierra, los efectivos fueron guiados hasta ellos y, tras asegurar el entorno, los acompañaron de vuelta hasta un punto seguro. El parte oficial destaca que ambos estaban ilesos, sin necesidad de asistencia sanitaria, a pesar de la dificultad de la zona y de las horas que pasaron allí atrapados entre la oscuridad y el miedo razonable a equivocarse de vereda.

El episodio se suma a la lista de sustos que deja cada cierto tiempo la combinación de deportes aéreos, acantilados y confianza en exceso en los caminos de vuelta. El risco de Famara y los alrededores del Mirador del Río son un imán para quienes buscan el vuelo perfecto y la foto perfecta, pero también un laberinto en cuanto cae la noche y desaparecen las referencias. Anoche, lo que desde lejos parecía un misterio, resultó ser el trabajo discreto de los equipos de emergencia rescatando a dos personas que tuvieron la prudencia de pedir ayuda a tiempo. 

 

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