Del piche simbólico a la toalla prohibida: la memoria selectiva de Astrid Pérez
S.Calleja
La líder del Partido Popular en la isla, también actual máxima figura en el Parlamento de Canarias, solicita que Pedro Sánchez permanezca en la parte continental debido a su impacto negativo en Lanzarote. Aunque su comentario suena enérgico, un análisis histórico revela un episodio similar: en junio de 2014, durante una sesión de pleno en Arrecife, se declaró a José Manuel Soria, entonces ministro( PP ), como persona non grata por sus posturas a favor del petróleo. En aquella ocasión, el Partido Popular votó en contra y criticó la medida tachándola de "absurda", "sectaria" y puramente "cínica". Once años después, el enfoque crítico cambia de objetivo, manteniendo su tono: si antes era inaceptable expulsar a un canario de su tierra, ahora se argumenta en términos de "higiene" para evitar que Sánchez visite La Mareta. Se dice que la memoria es un músculo, pero se convierte en un problema cuando solo se ejercita para criticar al rival político.
Es importante destacar que en 2025 existen razones suficientes, tanto legales como éticas, para examinar las acusaciones de corrupción que involucran a la sede del gobierno de Sánchez . No obstante, establecer la isla como un punto de control selectivo resulta tan poco sensato como los actos vandálicos que ocurrieron en 2015, cuando la sede del Partido Popular en Arrecife fue manchada con pintura negra, generando condenas , incluso dentro del propio partido. En aquel momento, se argumentaba en contra de vandalizar propiedades o de prohibir la presencia de un político como un atentado contra la libertad democrática; ahora se propone una especie de restricción playera con el argumento de que el visitante "no es digno". La coherencia se demuestra cuando es aplicada por otros.
Además, es importante recordar que la diversidad de opiniones en Lanzarote es amplia: hay residentes que desean ver a Sánchez disfrutando por aquí, al igual que en el pasado apoyaban a Soria mientras otros se oponían al petróleo. La isla no es un club exclusivo con requisitos ideológicos; pertenece tanto a seguidores del partido socialista como a conservadores, a simpatizantes de Podemos u otros partidos y a turistas que comparten sus experiencias en redes sociales. Aquellos que antes rechazaban los cordones sanitarios y ahora los defienden deberían recordar que la autoridad se gana a través de argumentos sólidos, no mediante letreros de "Prohibido el paso". Si la exclusión se justifica para unos pocos, eventualmente se aplicará a todos, dejando a nadie para mantener viva la democracia.
En fin, si la jugada buscaba rascar votos o exhibir autoridad, el PP—en boca de su presidenta insular—ha conseguido justo lo contrario: basta darse una vuelta por las redes para comprobar el aluvión de reproches y carcajadas que ha despertado su inoportuna nota de prensa.