ARTÍCULO DE OPINIÓN. JACOBO MEDINA VICEPRESIDENTE DEL CABILDO. " El laberinto burocrático pone en riesgo la recuperación económica y social "
Gestionar dinero público no es para nada sencillo. Dado que estamos hablando de los
recursos aportados por la propia ciudadanía, recaudados con los impuestos de todos, es
lógico que los controles a los que se ve sometido dicho gasto sean correlativos a su
importancia.
Asimismo, dado que todos debemos tener las mismas oportunidades para acceder en
igualdad de condiciones a los contratos públicos, los procedimientos de tornan
complejos por las pertinentes garantías y demás aspectos derivados de todo ello.
Un último factor importante a tener en cuenta son los condicionamientos que nos
marcan desde Europa en materia de contratación para lograr ciertos objetivos. Tengo
que decir que desde el Cabildo de Lanzarote estamos dando plena cobertura a las
directivas europeas incorporando a las licitaciones y a los baremos de valoración de
ofertas los criterios cualitativos, sociales y medioambientales.
Sin embargo, la situación a la que nos enfrentamos en estos momentos, con un
panorama sanitario, social y económico que exige respuesta inmediata a las necesidades
del momento, hace casi imposible cumplir en tiempo con el entramado burocrático que
hoy en día supone la Ley 9/2017, de 8 de noviembre, de Contratos del Sector Público,
con 347 artículos y otras cuantas disposiciones adicionales, transitorias y finales.
Sin renunciar a los principios básicos de fiscalización y control del dinero público, ni
mucho menos alterar o reducir el derecho de cualquiera a concurrir en igualdad de
condiciones a los contratos públicos, ni tampoco sin dejar de cumplir las obligaciones
de resultado que hemos asumido en el nivel de la Unión Europea, es posible y se hace
absolutamente necesario simplificar nuestra normativa de contratación pública si
realmente queremos avanzar y hacer realidad la recuperación económica y social de las
islas.
Desde la experiencia que supone gestionar la obra pública del Cabildo insular, lo que
propongo es racionalizar los procedimientos, mantener los controles debidos pero evitar
duplicaciones en los mismos, acortar plazos y sistematizar procedimientos.
No es tan complejo y es posible, solo basta con mirar a otros países de nuestro entorno
que tiran de más pragmatismo y eficiencia para estas cuestiones.
No nos engañemos. Seamos realistas. Si queremos dar respuestas rápidas y poder llegar
en tiempo y forma, sobre todo por el dinero que pueda llegar de Europa para hacer
efecto palanca y transformar nuestro modelo económico, debemos hacer los deberes y
ser más ágiles.
Y es aquí donde exijo al legislador estatal que actué ya porque, de lo contrario, la
recuperación será un mero espejismo.